Esto se debe, según Cedic, a la "excelente" conductividad eléctrica y térmica de este metal, únicamente superada por los metales preciosos, que ofrece una máxima eficiencia energética y ahorrar energía tanto en su proceso de generación como en su transmisión y distribución.

Así, Cedic calcula que cada año podría evitarse en Europa la emisión de 100 millones de toneladas de C02 si se aplicasen los estándares de máxima eficiencia en motores y transformadores.

"Diferentes estudios han comprobado que es fácil conseguir una mayor eficiencia eléctrica mediante un uso más intensivo del cobre", afirma esta asociación, que apuesta por modernizar el parque de motores eléctricos de la Unión Europa para cumplir los compromisos internacionales de reducción de emisiones a la atmósfera.

El cobre está presente también en todos los componentes de la cadena de producción de la energía eólica y solar.