Ambas organizaciones hicieron esta acusación en rueda de prensa, después de que el Gobierno italiano de Silvio Berlusconi haya aprobado en el Parlamento una ley que convierte en delito la inmigración clandestina.

El secretario del Centro Uruguayo de Madrid, Gustavo Álvarez, responsabilizó a Berlusconi y al presidente francés, Nicolás Sarkozy, de emprender políticas que "criminalizan permanentemente al diferente".

"Lo que está pasando hoy, desgraciadamente, en Italia no es ajeno a otras políticas similares llevadas a cabo en Francia y otros países europeos", sentenció.

Álvarez aseguró que la decisión del Parlamento italiano es consecuencia de la conocida como "directiva de la vergüenza", que amplía hasta en 18 meses el internamiento de los inmigrantes irregulares.

Concluyó que Silvio Berlusconi no respeta el derecho de todas las personas a emigrar y, además, "hace creer a la sociedad que los problemas que atraviesa el país son por la gran cantidad de inmigrantes".

Por su parte, el presidente de Ferine, Víctor Sáez, denunció que "no es lícita esta Europa fortaleza y de los muros", por lo que demandó responsabilidad a los políticos europeos para que los inmigrantes, que están contribuyendo al desarrollo de la UE, no sean criminalizados.