La organización denunció las restricciones de movilidad que los dueños de las explotaciones afectadas, que son principalmente las de pequeño y mediano tamaño, están sufriendo, y se quejó, además, de la imposibilidad de los ganaderos de albergar sus reses dentro de unas instalaciones que no están preparadas para soportar una cantidad de animales semejante.

Por otro lado, UPA exigió hoy al Ministerio de Agricultura que realice las gestiones oportunas con Bruselas para erradicar "la lengua azul" con la puesta en marcha de un programa de vacunación para el ganado en Marruecos y acabar así con el foco de la enfermedad.