Según informó Rivilla, el Cabildo y el anterior equipo de la Junta de Castilla y Léon mantuvieron una reunión hace 5 años en la que se planificó la actuación sobre el monumento en 5 fases, una por año, para reparar los pináculos, la techumbre y la crestería.

Sin embargo, dijo Rivilla, "la cosa se ha ido demorando, por falta de dinero, al parecer, y ahora estaos atravesando todavía la segunda fase".

El delegado territorial de la Junta en Segovia se puso inmediatamente en contacto con el director general de Patrimonio del Gobierno regional, quien le encargó la evaluación de daños por parte de un arquitecto, y prometió "una ampliación del presupuesto para actuaciones urgentes, si es necesario".

El director general de Patrimonio, Carlos de la Casa, señaló que "es normal que los elementos decorativos sean los que más sufren con el viento y otros factores limatológicos", y afirmó que "el problema de todas las catedrales es que ha habido varios siglos durante los que se descuidó su mantenimiento, y lo estamos sufriendo ahora".

La Junta de Castilla y León, que invertirá durante 1995 un total de 642 millones de pesetas en la restauración de catedrales, está esperando que el Ministerio de Cultura -que ha prometido 4 millones por catedral- decida si acepta firmar un convenio tripartito con la Administración regional y la Iglesia para hacerse cargo de la redcción de los Planes Directores de restauración.

Hasta el momento, según De la Casa, está terminado el Plan de la Catedral de El Burgo de Osma (Soria), en marcha los de las catedrales de Burgos, León y Valladolid, encargado el de Avila y sin comenzar todavía los de Astorga (León), Ciudad Rodrigo (Salamanca), Segovia, Salamanca, Palencia y Zamora.