Uno de los asaltantes resultó herido grave y una rehén leve -----------------------------------------------------------

GRANADA
SERVIMEDIA

Un atracador resultó herido de gravedad y una rehén de carácter leve en el tiroteo en que esta mañana acabó el atraco perpetrado contra la sucursal de la Caja General de Ahorros en la localidad granadina de Armilla.

Minutos después de la hora de apertura, tres individuos con los rostros cubiertos con pasamontañas penetraron en la oficina bancaria armados con pistolas, mientras un cuarto atracador les esperaba fuera, en un coche.

Seguidamente, lo tres delincuentes aguardaron a que se abrieran los dispositivos de apertura retardada de las cajas de seguridad, lo que dió tiempo al director de la sucursal a avisar a la Guardia Civil.

Cuando los atracadores confirmaron la presencia de fuerzas de la Benemérita, que tomaban posiciones en el exterior, comenzaron a disparar contra los agentes, que respondieron igualmente a tiros.

En la refriega, uno de los atracadores cayó gravemente herido por un balazo que le atravesó el pecho, al tiempo que un cliente, que el delincuente había tomado como rehén, recibió un impacto que le traspasó la mano izquierda.

La anécdota del suceso fue que uno de los disparos de los atracadores agujereó y atravesó limpiamente el pantalón del sargento de la Guardia Civil que mandaba la operación, sin causarle daño alguno.

En el lugar de los hechos, los agentes recogieron al menos una decena de casquillos de bala de distintos calibres.

El botín de alrededor de tres millones de pesetas, que el atracador heridollevaba en una bolsa, fue finalmente recuperado.

Los otros tres ladrones lograron escapar en el "Ford Fiesta" con matrícula de Jaén, probablemente robado, que les esperaba en las proximidades de la sucursal y que posteriormente abandonaron en las inmediaciones de la capital granadina.

OLEADA DE ATRACOS EN GRANADA

Con el de hoy, suman once los atracos que distintas entidades bancarias y de ahorros de Granada han sufrido desde comienzos del pasado mes de julio, con un botín global de más de 26 milones de pesetas.

La proliferación de atracos ha impulsado una sicosis de temor y la sospecha de que detrás de esta "oleada" de delitos hay una organización de profesionales del crimen que ejecuta sus golpes tanto en sucursales de la capital, como en los pueblos.

(SERVIMEDIA)
06 Ago 1991
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