Según este modelo, serán las universidades las que elaborarán los planes de estudios de las carreras que deseen impartir, aunque antes de ser aprobados, los títulos tendrán que pasar por "un triple filtro".

En primer lugar, el Consejo de Universidades verificará que los planes de estudios propuestos son coherentes con la denominación de la carrera propuesta. También controlará que se ajustan a las directrices generales aprobadas desde el Gobierno.

Según estas directrices, los títulos deberán englobarse dentro de cinco ramas generales del conocimiento: Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Jurídicas e Ingeniería y Arquitectura.

El segundo filtro lo constituye la necesaria autorización de la comunidad autónoma a la que pertenece la universidad que haya propuesto el plan de estudios. Finalmente, el tercer control es el del Gobierno, a través de la inscripción en el Registro de Titulaciones.

Una vez que un título entre en este registro, habrá "comisiones de expertos" que realizarán "una evaluación periódica y sistemática" para garantizar la calidad de los títulos.

PROPUESTAS DE PLANES DE ESTUDIOS

Según explicó Cabrera, las propuestas de planes de estudios que presenten las universidades tendrán que incluir los objetivos de formación y competencias que se persigue alcanzar, tendrán que describir el contenido del plan y deberán explicar con qué sistemas de garantías de calidad cuentan.

Asimismo, deberá constar el sistema de admisión y orientación de estudiantes y los recursos humanos y materiales necesarios y disponibles.

En el plazo de un mes, el Consejo de Coordinación Universitaria tendrá que informar sobre este documento presentado hoy por Educación, para poder seguir avanzando en el proceso de reforma hacia el Espacio Europeo de Educación Superior y hacia la reforma de la Ley Orgánica de Universidades, en tramitación parlamentaria y que, previsiblemente, será aprobada en abril.