El dinero se distribuye entre becas, exenciones en la matrícula, donaciones de libros y otras ayudas de este tipo destinadas a personas e instituciones de países subdesarrollados. Una parte de los 130 millones de pesetas se dedican a becas para que puedan estudiar en la universidad jóvenes de países como Angola, Bolivia, El Salvador, Perú, Guinea Ecuatorial, India, Kenia, Guatemala, Honduras, Leberia, Nicaragua, Tanzania o Zaire.

También realizarán donaciones de libros a Africa, Asia y Latinoamerica. Durante el curso pasado la universidad donó material por valor de 9,3 millones de pesetas.