La universidad madrileña se compromete a potenciar la atención educativa a estos alumnos y la ONCE prestará asesoramiento técnico y humano.

Según ha explicado el vicerrector de Extensión Universitaria, Francisco Valderrama, la ONCE se encargará, por ejemplo, de realizar adaptaciones tiflotécnicas y traducciones al braille de documentos de la biblioteca de la institución.

"Qeremos abordar un plan realista: no pretendemos arreglar el mundo,sino implicar a toda la comunidad de la Universidad Europea sobre los problemas que tienen los discapacitados", señaló Valderrama.

En esta universidad hay seis alumnos con alguna deficiencia física. Dos de ellos son ciegos, y serán los primeros en poder disfrutar de las ventajas de este acuerdo.