"Fidel es el gran obstáculo, como lo fue Franco en España u Oliveira Salazar en Portugal. El dictador tiene que desaparecer para que los cambios políticos empiecen a ser visibles", manifestó.

Sobre la nueva composición del Consejo de Estado, Muntaner dijo a Servimedia que, "evidentemente, esto es una derrota de quienes pensaban que podía haber un movimiento hacia el reformismo".

"Fidel consiguió imponer de nuevo su voluntad, tratando de dejar encaminado el poscastrismo para que, cuando él desaparezca, el régimen continúe sin variaciones", añadió. "Por eso la imposición de su sello personal a este Gobierno, que no es nuevo, es la continuidad del anterior".

Apoyó su tesis afirmando que "el que Raúl dijera que seguiría consultando con Fidel las decisiones importantes es una imposición de Fidel: 'yo te dejo el Gobierno pero no te dejo el poder, el poder lo sigo controlando yo'".

CONTINUIDAD DEL ESTALINISMO

Agregó que "para que nadie vaya a pensar que aquí puede haber reformas, a Carlos Lage, que todo el mundo sabe que tenía una posición reformista más clara, lo sacan de la primera vicepresidencia y colocan en esa posición a Machado Ventura, para garantizar la continuidad del estalinismo".

Muntaner aseguró que "desde el punto de vista político, las esperanzas de cambio se quedan en punto muerto. No descartaría que hubiera ciertos cambios de carácter económico en los próximos meses, pero en el terreno político no se debe esperar ninguna modificación del sistema, el estalinismo está todavía vivo y coleando"

Sin embargo, apuntó que "es imposible creer que Cuba va a ser la excepción comunista en un mundo en el que esa opción política ha dejado de tener vigencia. Inevitablemente, eso desaparecerá. Lo que ocurre ahora con esta posición del régimen es que cada vez será mayor la separación entre la Cuba real y la Cuba oficial. La oficial seguirá montada en el discurso marxista-leninista, y la Cuba real tratará de escapar de este sistema de cualquier manera".

Muntaner indicó que habrá cambios para el verano en lo económico, aunque tímidos. "Son cambios, como el propio Raúl dijo en su discurso, para eliminar estupideces burocráticas y simplificar la vida un poco a los cubanos, que viven agobiados por un sistema donde cualquier vestigio de la vida privada está sujeto siempre a la dirección económica", concluyó.