Según la UFP, el Cuerpo Nacional de Policía está "sumido en una crisis profunda, debido a la privatización incesante de la seguridad ciudadana, con el claro consentimiento del Gobierno, que permite que sólo los más favorecidos disfruten de seguridad"

Además, la Unión Federal de Policía denuncia "la disminución de recursos humanos, la congelación salarial, el no reconocimiento de la negociación colectiva, el detrioro progresivo de los servicios policiales, la falta de perspectivas profesionales, el incumplimiento de los acuerdos, etc.".

Junto a la decisión de no acudir como organización a los actos oficiales del 2 de octubre, día de la Policía, la UFP ha recomendado a sus afiliados que tampoco asistan al acto "lúdico y politizado" de imposición de condecoraciones policiales.

Según la organización, la política "regresiva" en materia de retribuciones, "fruto de los errores de los gestores de las distintasadministraciones y organismos, dan a este día de la Policía un mayor significado reivindicativo".