Así lo reivindicó en un comunicado emitido coincidiendo con la conmemoración, este miércoles, del Día Internacional de las Familias y en el que puntualizó que, según la última Encuesta de Condiciones de Vida del INE, el 20,2% de la población española, unos 9,7 millones de personas, “está en riesgo de pobreza”.

“La cifra aumenta si nos detenemos en el grupo de edad de menores de 18 años. Unos 2,3 millones de niños, niñas y adolescentes, es decir, el 28,9%, está en riesgo de pobreza, lo que supone un 1,1 % más respecto a 2022”, abundó, al tiempo que advirtió de que, según el Avance de Resultados del Informe Anual ‘Estado de la Pobreza’ de EAPN, más de la mitad de las familias monoparentales (52,7%) está en riesgo de pobreza o exclusión social.

En este contexto, UNAF llamó a las diferentes administraciones a “aumentar el apoyo a las familias" y, "de manera especial", a las familias con menores a cargo, a través de políticas públicas y recursos que las “protejan” y “garanticen la igualdad de oportunidades de niños, niñas y adolescentes”.

“Debemos evitar la transmisión intergeneracional de la pobreza ampliando las medidas y aumentando su alcance. No nos podemos permitir que casi un tercio de nuestros niños, niñas y jóvenes carezcan de los recursos necesarios para poder desarrollarse adecuadamente, vivir de manera digna y alcanzar todo su potencial”, aseguró a este respecto la presidenta de UNAF, Ascensión Iglesias.

AVANCES EN LA LEY DE FAMILIAS

Tras valorar los “avances” que, a su juicio, implicará la Ley de Familias impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, que dirige Pablo Bustinduy, en aspectos como el “reconocimiento de derechos de la diversidad familiar” y la articulación de ayudas a la crianza y de medidas en materia de conciliación, la red estimó necesario “incrementar las prestaciones y ayudas económicas a las familias más vulnerables y ampliar la cobertura”.

Asimismo, UNAF ve “necesario ofrecer más recursos y servicios de apoyo a las familias”, con “especial foco” en las “más vulnerables” y en aquellas que “atraviesan crisis familiares”. “Apoyar en estos momentos de crisis puede marcar la diferencia y evitar que deriven en situaciones de pobreza, exclusión social, falta de acceso a derechos fundamentales, discriminación o violencia”, resolvió.