El presidente nacional de Unió, José Manuel Miralles, aludió a la antigüedad de la línea 1 en la que se ha producido el accidente, "las quejas por el deterioro tanto del convoy como de la propia estación, que no contaba con accesos para discapacitados, se habían sucedido durante años y por parte de diferentes colectivos y el Gobierno Valenciano ha hecho oídos sordos".

"Los sistemas de seguridad del metro también estaban desfasados como demuestran las declaraciones de los propios trabajadores de la empresa, si a ello le sumamos la falta de experiencia del conductor, que no recibió la formación adecuada, nos da una suma de factores que ponían diariamente en peligro la seguridad de los pasajeros de la línea 1", dijo.