El máximo órgano fiscalizador del Estado asegura en su informe, al que tuvo acceso Servimedia, que en el análisis que ha hecho en la propia sede central de UDC ha observado anomalías de tal magnitud que hace que la contabilidad que ha rendido este partido "carezca de representatividad respecto a la actividad desarrollada".

El tribunal asegura que Unió hizo unas conciliaciones bancarias "incorrectas" y una falta de contrl que se extendió a la documentación y a su archivo, éste último "llevado de forma muy deficiente, de modo que se han detectado carencias e incorrelaciones ente los justificantes y las partidas que pretenden justificar".

De Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), el informe de fiscalización advierte deficiencias como la no periodificación de gastos y un inadecuado registro de los ingresos y gastos de los grupos parlamentarios.

También señala que CDC presentó unos estados contables de 1992 "icompletos y no consolidados". "Los estados rendidos no incorporan la contabilidad de grupos de cargos electos en administraciones locales ni de la organización territorial a nivel local, agregándose únicamente, de forma global, los saldos relativos a las denominadas cuentas intercomarcales".

El Tribunal de Cuentas también hace una valoración de la contabilidad común de CiU, de la que destaca que no se siguió un mismo criterio contable en el registro de las relaciones entre los partidos que integran lacoalición.

También dice que en el estudio que hizo en la sede central de Barcelona obervó que "con carácter general no se utilizó el criterio de devengo, con la consiguiente incorrecta imputación temporal de los registros contables correspondientes".