La unidad, desde su creación en octubre de 2022, ha ido creciendo progresivamente como unidad multidisciplinar, integrada por los servicios de Neumología, Alergología, Farmacia, Endrocrino, Digestivo y Psiquiatría, y sumando también a la enfermería de Neumología y Alergología, para dar la mejor atención integral a las personas con asma.

Según informó en un comunicado, la acreditación de Separ supone el reconocimiento a la profesionalidad y a la calidad asistencial que esta unidad presta a los pacientes con esta patología respiratoria. El asma es una enfermedad con elevada prevalencia, que afecta a todos los grupos de edad y genera elevados costes sociosanitarios.

En la unidad se tratan pacientes con asma grave no controlada, aquellos que necesitan más tratamiento -inhalatorio, oral o biológico-. Son los pacientes que suelen tener más agudizaciones, que necesitan más visitas a las urgencias y a los que, en general, la enfermedad merma su calidad de vida.

En la unidad de asma grave se coordinan sus pruebas y tratamientos de manera multidisciplinar, ajustándolos de manera más efectiva, lo que evita tener que acudir de manera sistemática a los servicios de atención primaria y de urgencias.

Este mayor control también impacta en el sistema sanitario, al facilitarse la adecuación de los tratamientos biológicos, que son tratamientos de alto impacto. Estos tratamientos, además de exigir una clasificación rigurosa, tienen un elevado coste, por lo que deben ser manejados por personal entrenado en unidades especializas.

Con la acreditación de las unidades asistenciales de asma, la Separ persigue mejorar la calidad asistencial prestada, establecer los recursos mínimos con los que deben contar estas unidades en función de su complejidad, impulsar el desarrollo de planes formativos, promover la colaboración con profesionales de otras disciplinas clínicas, y promover la investigación en asma.