Lo hizo a través de un comunicado en el que destacó que esta figura desempeñará “un rol muy importante en la prevención y detección de la violencia en el ámbito escolar”, ya se encargará de promover la formación sobre esta materia entre los docentes y el alumnado, coordinará los casos que requieran la intervención de los servicios sociales, se erigirá en el “referente principal” para que los chavales comuniquen posibles casos de violencia, promoverá medidas que aseguren el máximo bienestar y la cultura del buen trato, fomentará la resolución pacífica de conflicto e informará de los protocolos en materia de prevención y protección.

También auspiciará el respeto a los alumnos con discapacidad o con alguna situación de vulnerabilidad, informará a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de las situaciones que supongan un riesgo para un menor y coordinará un plan de convivencia en el centro educativo.

Ante la incorporación de esta figura, Unicef España transmitió a los medios testimonios como el de su director ejecutivo, José María Vera, quien destacó que “tiene un rol clave a la hora de la prevención de los casos de acoso y violencia”.

En la misma línea, Rebeca, de 16 años, apuntó que “si tuviéramos un coordinador de bienestar nos podría ayudar para no sentirnos solos y solucionar los problemas de raíz”, mientras que Rocío, de 14 años, añadió que “está bien tener un coordinador de bienestar porque podríamos acudir para contarle nuestros problemas”.

Julio Tomás, director de un colegio, concordó con los testimonios anteriores al manifestar que “esta figura es muy importante”, ya que “tenemos que actuar, nunca podemos mirar para otro lado” antes situaciones de violencia hacia los menores.

Por último, Unicef trasladó una serie de recomendaciones para la correcta implantación de esta figura en los centros escolares, como la impartición de una formación sobre prevención de la violencia para toda la comunidad educativa y una específica y continua para el coordinador de bienestar, el apoyo de las diferentes administraciones para coordinar adecuadamente la respuesta a cada caso y recompensar concretamente el desempeño de esta función de acuerdo a la responsabilidad que conlleva.