Este proyecto iniciativa de Unicef tiene como objetivo alejara los niños del Ejército. Las primeras casas prefabricadas, ubicadas en Goma (Zaire) y con capacidad cada una para unos 10 niños, han sido construidas por ellos mismos utilizando plásticos y postes de madera.

Según fuentes de la organización humanitaria, esta iniciativa es un importante paso para la rehabilitación de estos niños, a los que Unicef no quiere que se les siga llamando "niños soldados". A juicio del oficial de proyectos de Unicef, Bart Vrolij, estos menores "presentan unas necesidades y tinen unos problemas específicos. Han sido separados de sus familias, algunos durante muchos años, y no han tenido acceso a la escuela".

Según Bart Vrolij, una de las acciones más importantes que se están llevando a cabo es la de fomentar en los pequeños un sentido de independencia, ya que han estado sumidos en un estado de total dependencia de sus superiores y falta de libertad en el Ejército.

De acuerdo con los últimos informes de los responsables de Unicef en la zona, se estima que hay unos 4.50 niños que actúan como soldados tanto en Ruanda como en los campos de refugiados situados en los países vecinos.

Según la organización humanitaria, una orden del Gobierno de Ruanda fechada a principios de este año decretó la salida del Ejército de 500 niños, que han servido en las fuerzas armadas como criados y en ocasiones como mensajeros, pero que también han transportado armas, municiones y alimentos y han lavado ropa para sus patrones a cambio de protección y una alimentación escasa.

Por estarazón, según el representante de Unicef, otro de los objetivos del proyecto es conseguir la integración de los pequeños en la sociedad, hacer que jueguen y hagan deporte con los demás, que participen en la vida social y sean capaces de desenvolverse por sí mismos.