En un comunicado, la agencia de laONU señala que al menos 580 escuelas han sido cerradas tras el toque de queda y el cierre impuestos por el ejército israelí. Además, 9.300 profesores no pueden impartir sus clases en los centros escolares situados en esta zona.

Según Unicef, Israel tiene la obligación de proporcionar a todos los niños el acceso a la educación , tal y como se recoge en la Cuarta Convención sobre los Derechos del Niño.

Por todo ello, Unicef exige a las autoridades israelíes que levante las restricciones sobre los cudadanos palestinos al menos durante las horas de clase.

Aparte de los niños que no pueden desplazarse al colegio, casi un millón de palestinos en edad escolar se ven afectados por las restriccciones del Gobierno israelí. Los más afectados son los que viven en los territorios de Nablús, Jenín, Tulkarem y Hebrón.