En un balance de las últimas tragedias humanitarias, Unicef se refiere a la docena de países afectados por el "tsunami", a la zona en conflicto de Darfur, en Sudán; a las emergencias alimentarias en Níger y Malawi, o a las malogradas cosechas en Etiopía y Eritrea.

También recuerda la devastadora estación de huracanes en el Atlántico o el terremoto en Pakistán; y asegura que, en su pasado reciente, no había respondido nunca a tal variedad de emergencias humanitarias en un sólo año.

En un documento resumen sobre su esfuerzo para colaborar en la reconstrucción de las vidas de los niños y niñas en la zona del "tsunami", Unicef señala que mientras se ha asegurado la salud de millones de personas y muchos niños y niñas han regresado a las escuelas, el proceso real de reconstrucción sólo ha comenzando. "Todavía queda un largo camino por delante para las víctimas", advierte.

En su repaso a las crisis humanitarias Unicef se detiene en Darfur, Sudán, uno de los territorios más complejos e inaccesibles del mundo, donde advierte de que la desnutrición se está extendiendo a una importante parte de la población que hasta ahora no estaba afectada.

También recuerda que hay otros países donde el sufrimiento está afianzado de una manera más profunda y que han permanecido en la sombra informativa.

UNICEF concluye subrayando que continuará con su trabajo en la zona del "tsunami" y todos las demás áreas afectadas por emergencias humanitarias, en la medida en que obtenga recursos financieros para llevar a cabo sus programas.