En una declaración emitida en Johannesburgo (Sudáfrica), Veneman explicó que "cada día se está haciendo sufrir a más niños, hiriendo sus cuerpos, destrozando sus vidas. No son sólo cálculos. Estas cifras mencionan vidas de niños que han sido interrumpidas. Ningún ser humano puede asistir a algo así sin inmutarse. Ningún padre puede presenciar esto y no pensar en su propio hijo".

"Es una tragedia. Esto es inaceptable", explicó Veneman, quien añadió que "la crisis en Gaza se caracteriza porque los niños y sus familias no tienen a donde escapar, no hay refugio".

"La propia idea de seguir atrapados en una zona cerrada en tiempos de paz, supone una gran preocupación para los adultos. ¿Qué pasa entonces por la mente de un niño que se encuentra atrapado en esta implacable violencia?", se preguntó.

La dirigente de Unicef subrayó que los niños "se llevan la peor parte de un conflicto con el que no tienen nada que ver" y agregó que, "como la lucha está alcanzando el centro de zonas urbanas densamente pobladas, el impacto de las armas letales afectará en mayor medida a los niños. Se les debe proteger con absoluta prioridad".

Indicó que Unicef está haciendo "todo lo posible" por ayudar a los niños, aportando kits de agua, educativos y de reanimación, entre otros suministros de asistencia.

"Para estos niños, el proceso de recuperación psicológica y social será largo y difícil. Sólo cuando se llegue a un cese de las hostilidades, podrán iniciar el largo viaje de regreso a lo que es su derecho más fundamental, el derecho a una vida libre de violencia física y mental", concluyó.