En un rueda de prensa sobre los resultados del merado eléctrico español, el presidente de la patronal, José María Amusátegui, señaló que, para llevar a cabo estas inversiones, España precisa de un marco regulatorio estable y con mayor certidumbre.

En este sentido, Amusátegui aseguró que la Administración ha tenido contactos con las compañías y "son conscientes del problema del sector" y de que la liberalización de este mercado debe de ir acompasada por la del mercado gasístico. Además, confió en que antes del verano, el Gobierno ya haya tomado algunamedida al respecto.

Amusátegui centró su intervención en seis puntos que, a su juicio, han condicionado el desarrollo del sector: tendencia a la desaceleración de la demanda, fijación de precios, proceso liberalizador, apertura del mercado a la competencia, costes de transición a la competencia (CTC) y proceso inversor de las compañías.

SISTEMA TARIFARIO

A este respecto, el presidente de Unesa hizo especial hincapié en la fijación de precios, ya que, "es demasiado baja", hasta tal punto que ha escendido durante los pasados cinco años, en término reales, un 26,7%, mientras que el IPC creció un 12,9%.

En este sentido, Amusátegui insistió en que existe una necesidad "de contar con un sistema tarifario realista, en el que se contemplen todos los costes de suministro y permita incentivar las nuevas inversiones". Añadió que esta disminución de tarifas "producen un trastorno muy importante en el manejo de las empresas, que luego se recupera a muy largo plazo".

Por otra parte, explicó que el amento de las demanda en los pasados cinco años, en torno al 6%, ha ido reduciendo el exceso de capacidad con el que contaba el sector eléctrico, por lo que señaló que se necesitan acometer nuevas inversiones con el fin de atender estas solicitudes.

A pesar de este factor, Amusátegui aseguró que España no corre el riesgo de cortes de luz, tal y como ocurrió en California, en donde, a su juicio, "el proceso de liberalización no fue bueno".RESULTADOS

El presidente de Unesa anunció que el margen eto de explotación del sector registró una disminución con respecto al ejercicio anterior del 4,6%, pasando de 587.655 millones de pesetas en 1999 a 560.435 millones de pesetas en 2000.

Amusátegui recordó que, desde 1997, último ejercicio previo al proceso de liberalización en España, la rentabilidad de las inversiones en las actividades eléctricas ha descendido continuadamente, alcanzando en el ejercicio pasado el 5,5%.

La aportación de la actividad internacional y diversificación al resultado odinario de las compañías del sector "cobra cada vez más importancia", llegando a alcanzar en el pasado año una cuota de participación del 23% en el total de ese capítulo.

Finalmente, Amusátegui achacó el mantenimiento de los resultados y los dividendos de las empresas del sector, a las aportaciones de los resultados de los negocios complementarios y de los ingresos extraordinarios producidos en determinadas desinversiones no eléctricas.