La muestra recrea cómo se vivía hace 2.000 años a través de tres espacios fundamentales de una ciudad romana: el foro, como centro administrativo y político; la casa, como núcleo familiar y la necrópolis.

La exposición ha sido posible gracias al convenio suscrito en su día entre la Dirección General de Bellas Artes y la Organización Nacional de Ciegos.

La ONCE, que ha sido la encargada de adaptar la cultura material y la arqueología a los invidentes, a través de rótulos con escritura braille e información gráfica en relieve, espera que visiten la muestra grupos de toda España y para ello ha remitido información a todas sus delegaciones.

Según María Isabel Martínez, encargadade asuntos sociales de la ONCE, "aunque ha habido otras iniciativas, es la primera exposición de estas características que se monta en España".

Pilar Caldera, conservadora del Museo de Arte Romano de Mérida, señaló que es una iniciativa más para incentivar las visitas al centro. Parte de la muestra "Se ruega tocar" se sumará a la exposición permanente de dicho museo.