El documento, presentado en Madrid por el vicepresidente primero del Comité Español de Unicef, Francisco González, resalta la necesidad de resolver este problema, "que para nosotros supone un grave perjuicio en nuestra lucha por la defensa de los derechos de los niños".

Por continentes, las cifras se disparan en Arica subsahariana, donde en la mayoría de países la inscripción es casi nula. En Asia y Sudamérica el porcentaje medio oscila entre el 30% y el 40%. Además, 22 países carecen de datos sobre registro de nacimientos.

Esta ausencia de inscripción afecta además a la escolarización de los niños, pues en más de 30 países no se permite el acceso a la educación si no se presenta una partida de nacimiento. Además, en 20 es necesario presentar este documento para acceder a las vacunas.

El informe de Unicefsobre "El progreso de las naciones 1998" también examina la forma en que los gobiernos garantizan otro derecho fundamental de la infancia, como es el de disfrutar del mayor grado de sanidad posible.

En este sentido, un 20% de los niños en el mundo están sin vacunar, lo que provoca que anualmente el número de fallecidos a consecuencia de enfermedades como sarampión, difteria, tuberculosis o polio ascienda a 12 millones.

Sin embargo, Francisco González destacó también los avances alcanzados en la útima década, "pues hace apenas 10 años la tasa de vacunación infantil era sólo del 5% y ahora es del 80%", aunque insistió en la necesidad "de hacer un esfuerzo, porque aún hay 26 millones de niños que no reciben combinación de vacunas".

El vicepresidente de Unicef cifró el gasto de una vacuna en 15 dólares y señaló que con 700 millones de dólares se podría inmunizar a toda la población infantil.

Una enfermedad que provoca gran parte de las muertes infantiles es el sarampión, que acaba con la vid de 800.000 niños anualmente. De éstos casos, el 85% se registran en 20 países, la mayoría del Africa subsahariana y el sur de Asia.

IDENTIFICACION UNIVERSAL

Por otra parte, el pediatra Antonio Garrido-Lestache, médico promotor de la identificación en España de los recién nacidos mediante la toma de su huella dactilar, denunció que en nuestro país este procedimiento se realiza "de forma adulterada", puesto que a su juicio en la mayoría de hospitales y clínicas simplemente se toma una huella del pie,"y eso no sirve para identificar la identidad del bebé".

Para este especialista, es necesario realizar, tanto en el caso del bebé como de la madre, una toma de huellas dactilares nada más nacer el niño, ya que "así se evitarían los casos sangrantes que estamos viendo que se dan de niños que en su adolescencia, o incluso antes, se enteran de que esa no es su verdadera familia".

Antonio Garrido-Lestache mostró su malestar por lo que considera una "clara irresponsabilidad" e indicó que no entiende pr qué no se adopta este método, "que no es nada costoso, aunque al parecer a las autoridades competentes no les interesa lo más mínimo".