La alarma se produjo cuando las maestras del colegio descubrieron que alguno de los niños había levantado la trampilla del desagüe en el patio, donde quedaban restos del producto utilizado para desratizar.

Ante la imposibilidad de determinar qué niños habían podido ingerir el veneno, y que se trata de escolares de cuatro años, la Consejería de Sanidad decidió su traslado a centros sanitarios para practicarles a todos análisis de sangre.

Los resultados de estos análisis fueron que todos los alumnos del colegio Ausias March se encuentran en perfecto estado de salud. Además, la Consejería de Sanidad desplazó hoy una unidad móvil al colegio para practicar un segundo análisis a los niños.

El producto que alguno de ellos habría podido ingerir solamente es tóxico si se toma en grande cantidades, produciendo una alteración en el índice de coagulación de la sangre.

Los niños que han quedado ingresados están en observación por tener un índice algo bajo de coagulación de la sangre, aunque esto no indica, según fuentes del hospital, que "realmente hayan ingerido el producto". Además de la analítica, la directora del colegio Ausias March explicó que "se les está suministrando vitamina K como antídoto al raticida".

Según informó la Consejería de Educación ninguno de los tres niños stá grave, y se espera que en las próximas horas se les pueda dar el alta.

Los profesores del centro escolar todavía no se explican cómo los niños pudieron abrir la alcantarilla con sus manos cuando este tipo de trampillas solamente se pueden abrir con ganchos.