Las declaraciones de Gimeno se producen después de que días atrás el presidente del Gobierno autónomo aragonés, José Marco, acusara a personas cercanas al ex consejero de Economía y actual presidente del PP en Aragón, Santiago Lanzuela, de haber cobrado comisiones millonarias por la concesión de dichos avales.

En su opinión, esta "alegría" en la concesión de avales, junto a una política económica carente de racionalidad, son los dos factores primordiales que han llevado a Araval a una situación de qiebra técnica, debida, a su juicio, a una ilógica reindustrialización de la cuenca minera turolense.

"Cuando se aborda una reindustrialización, en todo el mundo se hacen las cosas con bastante lógica y aquí, desgraciadamente, no hubo ninguna lógica. Se facilitaron subvenciones y apoyos a cuarenta o cincuenta empresas, que no estaban justificados, en una política que cualquier tratadista de escuela de negocios o de facultad de económicas con sentido común podría decir que estaba destinada al fracaso", ñadió.

Gimeno explicó que despidió al director de la agencia de investigación Diamond, al que había contratado para que efectuara tareas de investigación sobre morosos, cuando supo que estaba presuntamente implicado en el caso de espionaje político denunciado por el alcalde de Zaragoza, Antonio González Treviño.

El presidente de Araval negó que contratara los servicios de la agencia Diamond a indicación de su hermano, el diputado socialista Fernando Gimeno, a quien el alcalde de Zaragoza atribuyóla iniciativa de tejer una trama de espionaje poítico contra los principales líderes aragoneses.