Este es el principal hito de la primera fase del proyecto ‘CaixaResearch Placenta Artificial’, pionero en Europa, que se ha desarrollado en los últimos dos años y medio y cuyos resultados fueron presentados este lunes en rueda de prensa por el director general de Fundación "la Caixa", Antoni Vila Bertrán; el director gerente del Hospital Sant Joan de Déu, Manel del Castillo; el director general del Hospital Clínic de Barcelona, Josep M. Campistol; el director de BCNatal y del proyecto, Eduard Gratacós; la especialista de BCNatal y coordinadora senior del proyecto, Elisenda Eixarch; y el director del Área de Relaciones con Instituciones de Investigación y Salud de Fundación "la Caixa", Ignasi López.

Durante su intervención, la coordinadora senior del proyecto explicó que el primer prototipo desarrollado incluye un entorno “protegido” integrado por un contenedor translúcido fabricado en material biocompatible y conectado a un sistema de circulación de líquido amniótico que permite mantener al feto en un entorno líquido “aislado de los estímulos e infecciones exteriores”, pero que permite a los especialistas realizar controles ecográficos y la monitorización continua del feto.

Con todo, el principal avance logrado por su equipo hasta ahora fue la creación de un sistema de circulación extracorpórea, compuesto por una membrana “oxigenadora” y un sistema de piezas (tubuladuras) “específicamente” diseñadas para “facilitar” la circulación sanguínea y su oxigenación, que, según la experta, “simula” la vida intrauterina que se produce gracias a la placenta materna y el cordón umbilical.

En paralelo, el equipo trabajó, además, en un sistema de monitorización “no invasivo en tiempo real” que permite mantener una “vigilancia permanente” de forma remota para poder tener un control “intensivo” del estado y desarrollo del feto por parte del equipo médico. Por último, diseñaron protocolos propios de soporte médico que incluyen la administración de nutrientes, hormonas y otras medicaciones para “revertir” problemas clínicos en caso necesario.

MODELOS DE OVEJA

Tras puntualizar que para la investigación se utilizaron modelos de oveja, muy usados en medicina fetal por su desarrollo pulmonar y sistema cardiovascular “muy similar al humano”, con un desarrollo de entre 95 y 110 días y un peso desde los 550 gramos a los dos kilos, la experta hizo hincapié en la importancia de la “transición” del útero a la placenta artificial, dado que el cordón umbilical tiene “vasos muy pequeños y muy reactivos, que se cierran muy rápido”, por lo que dicha transición hubo de hacerse “de forma muy rápida y muy delicada”. Subrayó el 100% de transiciones “exitosas” logradas en los últimos 12 meses y puntualizó que la “conexión tiene que hacerse antes de que el bebé respire por primera vez”, puesto que, desde ese momento, “cambia su circulación por completo y ya no es posible conectarlo a este sistema”.

Por su parte, el doctor Gratacós puntualizó que el objetivo de este proyecto, en el que participan 35 profesionales y más de 30 colaboradores, es “contribuir a salvar vidas de recién nacidos prematuros extremos, de seis meses o menos” a través de “soluciones disruptivas” que permitan “engañar a la naturaleza”, teniendo en cuenta que solo en Europa se producen 25.000 nacimientos de estas características cada año y que la supervivendcia de prematuros extremos, incluso en unidades de excelencia, es del 25 al 75%.

Junto a ello, avanzó que el siguiente objetivo del equipo es lograr las tres semanas de supervivencia para finales de año y “quizá” las cuatro de cara al año que viene, así como “acabar este año con un prototipo preclínico”, después de haber probado el actual en 50 casos, de los cuales a los 12 días llegaron tres casos, lo que juzgó un “número aceptable”, además de “varios de diez y de nueve”.

Según sus cálculos, mantener a un feto prematuro extremo cuatro semanas en la placenta podría reducir la mortalidad “a menos de la mitad o a un 20% de la existente” en la actualidad y rebajar las secuelas “de forma radical” y el proyecto español necesitará “30 ó 40 años más para seguir avanzando” y “va detrás” del auspiciado por un grupo de Filadelfia, que ha conseguido un máximo de supervivencia de 28 días, con una media de entre 14 y 21.

PROYECTO PIONERO

El experto explicó que en un periodo inferior a cinco años, el equipo que él dirige estará “en disposición” de tener “listo” un prototipo que permita plantear un estudio clínico en uso compasivo, si bien se mostró cauto por la necesidad de “plantear bien los pasos para que una cosa que cambiará la vida de mucha gente no falle”.

En estos próximos años el proyecto debe diseñar y describir los protocolos necesarios para la transición a la vida neonatal, esto es el "nacimiento" del feto desde la placenta artificial a la vida extrauterina, y el equipo también realizará experimentos en otro modelo animal como es el porcino para poder demostrar la capacidad de transferir el sistema a otras especies, evaluará los efectos a largo plazo sobre el desarrollo cerebral, cardíaco, pulmonar y metabólico y llevará a cabo los preparativos éticos y legales para que pueda ser aprobado ese primer estudio clínico en el contexto de terapia en uso compasivo.

A la luz de estos resultados, el director general de Fundación "la Caixa", Antoni Vila Bertrán, subrayó la “singularidad” de este proyecto, que en su primera fase contó con una financiación de 3,3 millones, que se completará, en una segunda, con otros 4,3 millones para ampliar la investigación otros tres años después de que sus “resultados excepcionales” en la primera fase fuesen respaldados por un panel de expertos de Israel, Portugal, E.UU., Australia y Reino Unido.

En este sentido, el director gerente del Hospital Sant Joan de Déu, Manel del Castillo, mostró su “agradecimiento” a "la Caixa" por su “audacia” al dar “soporte” a un proyecto que consideró “realmente singular y disruptivo”, convencido de que “puede llegar a cambiar las cosas” a partir de un “gran propósito” como es “cambiar la realidad de los nacimientos ultraprematuros, que salen adelante con secuelas muy importantes”.

Por último, el director general del Hospital Clínic de Barcelona, Josep M. Campistol, incidió en que el proyecto “puede cambiar la historia natural de recién nacidos con tremendas dificultades”, consciente también de que, sin la “confianza y colaboración” de "la Caixa", el mismo “no sería una realidad”.