EXTREMADURA

UNA PEDAGOGA ADVIERTE DE QUE TRAS LOS CASOS DE JOKIN Y ELDA PUEDEN DARSE CONDUCTAS IMITATIVAS EN JOVENES QUE SUFREN ACOSO

MADRID
SERVIMEDIA

La pedagoga Nora Rodríguez, autora de un libro que aborda el fenómeno del "bullying" bajo el título "Guerra en las aulas", advirtió hoy de que tras los casos de Jokin y de la joven de Elda pueden darse "conductas imitativas" entre jóvenes que sufren acoso y llevarles a optar por el suicidio como salida al "dolor de las burlas".

En declaraciones a Servimedia, Rodríguez dijo que la violencia en la aulas se ha incrementado porque "no se ha hecho nada para frenarla de raíz" y, en este sentido, apostó por el trabajo preventivo conjunto entre educación y los servicios sociales, así como de padres y educadores, para atajar este fenómeno.

Instó a los colegios a hacerse responsables del bienestar de sus alumnos, "incluso dos horas antes de entrar y dos horas después de salir", como hacen "en los países donde hay una sensibilización respecto del acoso escolar".

Para Rodríguez, son muchas los causas que intervienen en la aparición de estas conductas violentas en los escolares. "En primer lugar, los modelos violentos que los chicos copian. Nadie nace violento, la violencia se aprende. Luego hay que pensar que los chicos pasan mucho tiempo solos, tienen poca tolerancia a la frustración y una baja conciencia de para qué sirve el esfuerzo de estudiar e ir al colegio, sumado a que no saben ponerse en lugar del otro. Hay un exceso de individualismo y competitividad", explicó.

"Todo esto hace que la violencia estalle en el único lugar de contención: el colegio, un lugar donde los profesores prefieren en algunos casos mirar para otro lado... Intimidar es una forma de relacionarse, y lo notan cuando están siendo violentos", agregó.

MALTRATADOR Y MALTRATADO

Esta especialista en violencia en las aulas indicó que el alumno que sufre acoso escolar suele destacar en algún aspecto y "sigue un proceso" hasta que se convierte en víctima, ya que "primero acepta el juego, luego se da cuenta de que es contra él, después quiere agradar y posteriormente se culpabiliza".

"Aquí es donde empieza su decadencia y es capaz de hacer cualquier cosa, desde dañarse a sí mismo o dañar a otros", aseveró.

Por el contrario, continuó, el niño acosador tiene "un gran deseo de protagonismo, de controlar a los demás y de hacer ver que tiene poder", al tiempo que señaló que se trata de "muchachos maltratados en algún aspecto, con baja autoestima y una gran coraza de defensa".

Preguntada por cómo se debe tratar a los chicos violentos y a los que sufren sus abusos, Rodríguez apostó por que se impongan a los niños acosadores trabajos sociales en beneficio de la comunidad, así como pautas y normas "para se responsabilicen de sus actos" y "nunca sobreprotegiéndolos ni estigmatizándolos", porque "estigmatizar refuerza las conductas negativas".

A los que sufren abusos, añadió, se les puede intentar ayudar "llevándoles al psicólogo y no enviándoles al colegio si fuera necesario. No hay por qué someterlos a más torturas".

Por último, Rodríguez indicó que los profesores también sufren en algunos casos la violencia de sus alumnos e incluso a veces "pasan por alto" los casos de "bullying" en sus respectivas aulas, bien porque "carecen de herramientas" para enfrentarse a estos casos, bien porque "prefieren mirar para otro lado", bien porque "las familias de sus alumnos les han quitado autoridad".

Por ello, instó también a profesores y educadores a implicarse en el trabajo preventivo para atajar esta lacra. "Se necesita un trabajo conjunto. No hace mucho yo misma dije que estábamos en un punto en que se podía volver a repetir lo de Jokin, y así ocurrió", concluyó.

(SERVIMEDIA)
26 Mayo 2005
PGS