Seguridad alimentaria

Una PCR permitirá determinar la procedencia de los mejillones y garantizar su trazabilidad para luchar contra el fraude

- El desarrollo del nuevo método genético ha sido coordinado por el CSIC con la participación del centro científico y tecnológico AZTI

MADRID
SERVIMEDIA

Una prueba PCR permitirá a partir de ahora determinar la procedencia de los mejillones con el objetivo de garantizar su trazabilidad para “luchar contra el fraude” y “concienciar” a los consumidores sobre la importancia del etiquetado de los productos pesqueros.

Así lo anunció este miércoles el centro científico y tecnológico vasco AZTI, que ha participado en el desarrollo de un nuevo método genético coordinado por el CSIC y basado en las técnicas de PCR para “asegurar la trazabilidad y la procedencia geográfica” de los mejillones de acuicultura cultivados en la zona del Atlántico peninsular, según precisó en un comunicado.

Para diseñar esta nueva metodología, el equipo liderado por la investigadora predoctoral de AZTI Ane del Río identificó primero miles de marcadores genéticos y, posteriormente, evaluó su utilidad para la caracterización geográfica de muestras de mejillón recogidas de áreas de cultivo del Atlántico, el Mediterráneo y el Sudeste Pacífico.

Los expertos se centraron en la especie de mejillón mediterráneo (Mytilus galloprovincialis), que es el que se cultiva de forma mayoritaria en las zonas incluidas en el estudio y, según Del Río, los resultados mostraron una “clara diferenciación” entre las poblaciones de mejillón mediterráneo cultivadas en el Atlántico y las cultivadas en el Mediterráneo, además de “diferencias significativas” entre los individuos procedentes del Mediterráneo y del Pacífico Sudoriental.

Gracias a sus hallazgos, se ha desarrollado una metodología de asignación geográfica “precisa y rentable” para la identificación de mejillones comercializados en la zona atlántica de Europa y con la que “asegurar la trazabilidad de los productos del mar y la seguridad alimentaria”, según AZTI.

En este punto, la investigadora principal de este trabajo defendió que los enfoques genéticos “pueden ser de gran ayuda” para “rastrear” la procedencia de los productos del mar como el mejillón, una de las especies más cultivadas en la Unión Europea, y poder “asegurar su trazabilidad para evitar el fraude comercial, proteger este recurso marino y garantizar la seguridad del consumidor final”.

El desarrollo de la herramienta de control ha contado con el apoyo de la beca predoctoral del Gobierno Vasco concedida a esta científica y se ha llevado a cabo en el marco del proyecto europeo Seatraces, una iniciativa que busca acabar con el fraude comercial y concienciar tanto a los sectores de producción, transformación y comercialización de productos pesqueros como a los propios consumidores sobre la “relevancia” del etiquetado y la trazabilidad.

Financiado por el programa Interreg de la Unión Europea y coordinado por el Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC en Vigo, el proyecto Seatraces, que concluirá en 2023, tiene el objetivo de “proteger y valorizar la pesca y la acuicultura de la zona atlántica”, según puntualizó AZTI.

(SERVIMEDIA)
12 Ene 2022
MJR/gja