UNA MUJER QUE MATO A SU MARIDO Y ESCONDIO EL CADAVER EN UNA NEVERA DURANTE DOS AÑOS, CONDENADA A 20 AÑOS DE CARCEL
- Según una sentencia del Tribunal Supremo
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La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha condenado a 20 años de prisión a una mujer que mató a su marido y, con la ayuda de su hermana, ya falleida, escondió el cadáver en un arcón frigorífico durante dos años.
Los hechos que han dado lugar a la sentencia se produjeron en agosto de 1994 en el domicilio donde vivían la ahora condenada, María Dolores M.V., y su pareja, con la que había tenido dos hijas. Ambos convivían juntos desde hacía cuatro años y entre ellos existían divergencias.
En un momento determinado, María Dolores M.V., que se encontraba en una sala de la vivienda con su hermana Milagros y las dos niñas de la pareja, se levantóy se dirigió al cuarto en el que estaba su pareja, recostada en la cama.
"Cogiendo una pistola que estaba en la mesita, se la acercó a la sien y le disparó un único tiro", relata la sentencia, momento en el que apareció la hermana de la asesina. Al ver que la víctima seguía con vida, la ahora condenada tomó una navaja y se la clavó dos veces, provocándole la muerte.
La condenada y su hermana limpiaron la sangre que había en la habitación y las sábanas y cortaron el colchón para hacer desaparecer as huellas. Posteriormente introdujeron el cadáver en un arcón frigorífico que había en la casa.
El arcón frigorífico, con el cadáver en su interior, permaneció oculto bajo un armario en un piso contiguo a la vivienda donde se produjeron los hechos hasta que fue descubierto, el 9 de septiembre de 1996.
La sentencia de la Audiencia Provincial de Guipúzcoa, confirmada ahora por el Supremo, condenó a María Dolores M.V. a 20 años de cárcel por un delito de asesinato con la agravante de parentesco, as como a indemnizar con 10 millones de pesetas a cada una de sus dos hijas y con otros 5 millones de pesetas a los padres de la víctima.
La ahora condenada recurrió la sentencia, alegando que no fue ella quien causó la muerte a su pareja. Tanto ella como su hermana se retractaron de la declaración que habían prestado previamente ante el juez encargado de investigar el caso, a quien explicaron cómo llevaron a cabo el crimen.
Sin embargo, el Supremo considera que pese a la rectificación de ambas, "l reconstrucción de hechos practicada, así como los dictámenes periciales, ha alcanzado una razonada y razonable convicción sobre la existencia de pruebas de cargo que acreditan la intervención de la acusada en la muerte" de su pareja.
(SERVIMEDIA)
01 Ago 2001
VBR