Lo atestiguó Unicef en un comunicado en el que reseñó que la organización “está profundamente triste por otro naufragio ocurrido en el mar Mediterráneo” en el que, además de los dos fallecidos, “unas 30 personas siguen desaparecidas, incluidos niños y niñas”. “Nuestros pensamientos está con todos los afectados por esta tragedia”, indicó.

Unicef recordó que al menos 289 menores han muerto o desaparecido intentando cruzar el Mediterráneo central hacia Europa durante el primer semestre del año, y subrayó que muchos de los naufragios “no dejan supervivientes o no se registran, lo que provoca que el número real de víctimas infantiles sea mucho mayor”.

Ante esta situación, exigió a las autoridades competentes el establecimiento de “vías legales más seguras para la migración y el asilo en la Unión Europea, y para que haya operaciones coordinadas de búsqueda y rescate que ayuden a prevenir muertes en el mar”. Apostilló que “se debe hacer más para proteger a los niños y niñas en sus países de origen, países de tránsito y países de llegada”.

Por último, Unicef arguyó que sus equipos están sobre el terreno en Lampedusa, trabajando con el Gobierno y otros aliados para “proporcionar a los niños, niñas y mujeres acceso a apoyo psicosocial, salud y servicios especializados a quienes se encuentran en riesgo de violencia, explotación y abuso”.