La profesora señaló en su demanda que el pequeño la sometía a reiterados ataques. El último de éstos se produjo en clase, cuando ella le recriminó al niño que tirase las cosas al suelo y éste le respondió con insultos y patadas que le dejaron hematomas en las piernas.

El centro escolar no se plantea expulsar al alumno, pero con la denuncia pretende concienciar a la familia del menor, que ha protagonizado otros incidentes violentos con otros compañeros de clase e incluso con vecinos de la locaidad.

Por su parte, la Guardia Civil trasladará los trámites de la denuncia a la Fiscalía y al Tribunal de Menores para que se hagan cargo del caso, que es representativo de la actitud violenta de muchos jóvenes en los colegios, aunque se producen pocas protestas.