Moon Estates, empresa con sede en Cornualles gestionada por Sue y Francis Williams y que ya tiene 10 empleados, lleva vendidas 80.900 hectáreas, a 73 euros cada una, en el satélite terrestre, donde según sus propietarios será viable viajar de aquí a 15 años. La agencia presume de tener también en venta "terrenos interesantes" en Marte y Venus.

El científico Stephen Hawking ha elogiado este proyecto porque, en su opinión, la colonización espacial "puede salvar a la raza humana de los daños que ha causado en su propio planeta."

El monopolio de los terrenos en otros planetas está en manos del empresario norteamericano Dennis Hope, quien aprovechó un vacío legal del Tratado del Espacio Exterior de 1967, en el que se establecía que ninguna nación podía reclamar la propiedad de territorios en el espacio, pero no se mencionaba nada con respecto a los particulares.

Aunque posteriormente se aprobó un segundo tratado por el que ningún particular podría reclamar tales terrenos, no todas las naciones lo firmaron, lo que produjo un vacío en la legislación internacional del que Hope se benefició.

Los expertos legales cuestionan la legalidad de ese monopolio y aconsejan a los compradores no invertir en él, aunque reconocen que por el momento va a ser difícil que haya demandas por esta causa, dado que nadie puede viajar a los planetas en los que han adquirido parcelas.