De acuerdo con los expertos, los bajos niveles de cortisol, la hormona del estrés, en la saliva podrían ser un indicativo de la predisposición, tres veces mayor que el resto, de los jóvenes a cometer actos antisociales. En el estudio, que ha tenido una duración de cuatro años, el equipo del doctor Keith McBurnett comprobó que los varones que presentaban bajos niveles de cortisol en la saliva tenían síntomas agresivos a una edad temprana y eran tres veces más propensos a que sus compañeros de clase les consideraran como combativos.

Este descubrimiento podría ayudar a los psiquiatras a entender mejor las diferencias entre los adolescentes varones con un comportamiento delincuente de corta duración y aquellos que padcen desorden de conducta duradero y grave. En este último caso, los expertos consideran que puede influir una predisposición genética que les hace producir ciertas hormonas de manera diferente, o también el caso de que su producción de hormonas pueda haber sido alterada antes o justo después de su nacimiento.

Aunque el equipo de investigadores no ha podido determinar el mecanismo que conecta los niveles de cortisol con el comportamiento agresivo, sospecha que la variación en los niveles puede servir cmo un marcador para las anormalidades en la producción de varias hormonas de estrés que influyen en la respuesta del cuerpo ante una situación de peligro o confrontación.

El bajo nivel de cortisol en la saliva de los niños agresivos podría significar que éstos no sienten el miedo o que su sistema no responde a la amenaza de un castigo de la misma manera que el resto, por lo que no evitan las situaciones estresantes.