La fundación interpuso hace varias semanas una querella contra Tomás Meca Lucena, administrador del patronato, acusándole de haber estafado cien millones de pesetas entre los años 1989 y 1991.

El acusado está en prisión provisional por este motivo desde hace 15 días. Según el testimonio del presidente de la institución, Tomás Meca adquirió, durante este periodo de tiempo, dos casas y aumentó considerablemente su ritmo de vida. El ex administrador cobraba un sueldo de 25.000 pesetas mensuales netas.

Meca hizo creer a la sociedad que ésta era propietaria de letras del tesoro por valor de 54 millones de pesetas, aunque según declaró hoy su presidente, nunca fueron suscritas y el dinero acabó en manos del administrador.

Las investigaciones se centran ahora en la posibilidad de que haya más involucrados en la apropiación indebida y en la revisión de los talones y la contabilidad de la fundación.

Francisco de Riba señaló hoy que no guarda rencor al administrador "porque tuvo un mal momento". La Fundación Ponsich pro enfermos y ancianos es privada y de carácter benéfico, y destina sus fondos a las personas que, dentro de aquellos supuestos, no cobran ningún tipo de subsidio.