La ex jefa de talleres del mencionado centro penitenciario habría cobrado el 25 por cien del valor total de cada partida suministrada a un empresa textil, lo que le hubiera reportado hasta 500.000 pesetas por envío.

El director de la cárcel, Fernando Ruiz, explicó que esta funcionaria, que se encuentra de baja por enfermedad psíquica, habría cobrado en cheques que en ocasiones le fueron entregados personalmente y, en otras, a través de otro funcionario de Instituciones Penitenciarias.

La acusada abría comenzado a cobrar comisiones ilegales en 1988, año en que inició sus actividades el taller de confección en piel de la prisión. En 1993, la empresa compradora de las prendas presentó suspensión de pagos y dejó una deuda con la cárcel de Palma de 12 millones de pesetas. Esto provocó la apertura de un expediente de Instituciones Penitenciarias, que destapó todo el asunto.

El director de la cárcel aseguró a Servimedia que "en la actualidad existe un control riguroso a la totalidad de talleres de l prisión" para que no se repitan casos semejantes.