Precisamente hoy, los niños que montan habitualmente en este club realizaron una exhibición en el Salón Internacional del Caballo de Madrid, Ecumad 93, que se está celebrando en el Hipódromo de la Zarzuela.

Los amantes de los tecnicismos denominan la equitación para niños con minusvalías como "hipoterapia", pero según explicó a Servimedia Juli Trueta de Valderrama, propietaria del Poni-Club de la Moraleja, se trata simplemente de enseñar a estos niños en el manejo de los ponis.

A todos los niños les encantan los ponis", por lo que Trueta, que tiene un sobrino con síndrome de Down, decidió interesarlo en la equitación, con tan buenos resultados que posteriormente optó por crear un colegio-escuela para otros interesados.

Juli Trueta explicó que se trata de un deporte muy beneficioso, porque los niños ejercitan su equilibrio, fortalecen sus músculos y mejoran su sociabilidad. Además, lo pueden practicar niños con distintas deficiencias, como sordos, ciegos, parapléjicos, con paálisis cerebrales, espina bífida, esclerosis múltiple o síndrome de Down.

"Resulta conmovedor verlos cepillar los ponis", señaló Trueta, "o ver cómo un niño paralítico va en su poni y tal vez sea de las pocas veces que sienta que está a una altura por encima de los demás".

En España existen pocos clubes donde enseñen a niños con minusvalías, aunque en el extranjero, especialmente en Inglaterra, están muy extendidos. En Gerona existía una escuela que, tras poner en marcha esta iniciativa, la abandnó por falta de ayuda económica.

En Madrid, únicamente el Poni-Club da esta oportunidad, y además de forma gratuita, ya que trabaja en colaboración con la Asociación Síndrome de Down.