La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Murcia desestimó el recurso de apelación que la enfermera interpuso contra la sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de Murcia, que el año pasado le condenó por una falta de imprudencia, y aumenta en 35 millones de pesetas la indemnización fijada en el primer fallo.

Los hechos ocurrieron en abril de 1989, cuando un bebé de poco más de un mes fue ingresado n el hospital con un cuadro clínico de fiebre alta y diarrea, por lo que fue internado en la sección de neonatología.

Pocos días después, la enfermera encargada de su cuidado "no se percató de que su estado se deterioraba progresivamente como consecuencia de una grave deshidratación", por lo que ha quedado con una parálisis cerebral y en estado vegetativo, según la sentencia.

Atendiendo a la petición del fiscal, la enfermera, y subsidiariamente su compañía aseguradora y el Insalud, deberá pagar 8 millones de pesetas, a través de la constitución de un depósito bancario que asegura una renta mensual vitalicia de 275.000 pesetas mensuales para el pequeño. Por otra parte, los padres del niño, que ahora tiene ocho años, recibirán 25 millones de pesetas por los daños morales sufridos.