El año pasado la empresa estuvo a punto de desaparecer después de que las autoridades locales le retiraran su subvención anual de 537.000 euros.

Sin embargo, para evitar el cierre de Glencraft, el ayuntamiento de Aberdeen decidió a finales de 2008 comprarla y cederla en leasing a sus nuevos responsables.

Tras esta operación, la empresa registró en enero unas ventas un 34% superiores a las realizadas el mismo mes del año anterior.

La nueva directiva de la empresa prevé adoptar medidas para mejorar su rentabilidad, como empezar a vender a través de Internet e incorporar otras actividades para completar su negocio.