El responsable de las muertes contrató a un asesino a sueldo para que matara a su ex mujer, a su hijo parapléjico y a su niñera, con el fin de recibir como herencia la indemización que su hijo había obtenido por negligencias o errores médicos.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos había acusado a la editorial como responsable, ya que Lawrence Horn había seguido 22 de las instrucciones del libro "Disparar a un hombre en casa de Perry", encontrado en su casa por la policía.

Es la primera vez que una editorial rechaza el derecho constitucional de libre defensa y ha aceptado pagar la indemnización a las familias de las víctimas del crimen.

El caso ha levantado la vz de alarma en Hollywood, donde un tribunal ha abierto un procedimiento judicial contra el director Oliver Stone, por la influencia que su película "Asesinos natos" tuvo en dos adolescente que robaron y cometieron un asesinato.