Las manzanas apiladas en vertederos de forma incontrolada fermentan y producen reacciones químicas altamente contaminantes para el subsuelo, y pueden desprender gases, como el nitrógeno, que contribuyen al efecto invernadero.

Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Investigación Agronómica de Francia advierte que las manzanas que se pudren al aire libre pueden contaminar la capa freática de la tierra.

Una de las soluciones previstas es el esparcimiento controladode estas frutas, de manera que no sobrepasen las 200 toneladas de manzanas por hectárea. Esta alternativa se basa en el hecho de que si la contaminación se limita a los 30 primeros centímetros de la capa de la superficie terrestre, la contaminación de la capa freática puede evitarse.