Según Córcoles, el acoso sexual es "toda conducta que avasalle a una persona manifestando una relación sexual no querida", acción que el artículo 85 de la Ley Orgánica 3/89, de 21 de junio, sobre delitos contra la libertad sexual, castiga con 5 ías de arresto menor o multa de 5.000 a 25.000 pesetas. "Los jueces están aplicando la sanción económica, y casi siempre la mínima", apuntó la representante del Instituto de la Mujer.

El acoso sexual, en muchas ocasiones ejercido por un superior jerárquico en el trabajo, que esgrime su poder para renovar un contrato de trabajo, conceder un ascenso, etc. como arma para conseguir sus apetencias libidinosas, no está tipificado como delito autónomo en la mencionada ley orgánica, salvo para los funcionario públicos.

Sin embargo, el debate posterior a la mesa redonda reveló que la Administración y las empresas públicas ofrecen más garantías ante los abusos de tipo sexual que las compañías privadas, donde, según los expertos, se dan la mayoría de los casos.

Córcoles señaló que el acoso sexual también se quiere incluir como falta en la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Laboral, ámbito en el que hay algo de legislación sobre la materia, aunque "timorata", en palabras de María José Messeguer,de UGT de Valencia.

Este sindicato ha elaborado un plan de trabajo que comprende "seminarios para cuadros de mujeres y llevar el debate a los centros de trabajo y la negociación colectiva", señaló Messeguer, quien añadió que es un proceso "lento, con muy escasos resultados en los convenios". Agregó que los empresarios tienen muchas reticencias a que el acoso sexual aparezca reflejado en los convenios.

En la mesa, moderada por la presidenta de Mujer y Sociedad, María Antonia Daolio, participaron tmbién Carmen González, abogada argentina y directora del Servicio de Capacitadoras Legales de la Municipalidad de Buenos Aires, y María Jesús Furió, portavoz de las 6 funcionarias del Ayuntamiento de Alboraya (Valencia) que el pasado mes de junio se querellaron contra el entonces alcalde, José Cabello, por acoso sexual reiterado.

Furió manifestó que 2 de sus compañeras estaban de baja por depresión y que "la solidaridad por parte de los compañeros y compañeras no siempre ha sido la deseada". La empleaa municipal señaló que "se está dividiendo la gente; cualquier cosa que quieren hacer quienes se han puesto de nuestra parte está completamente vetada. No hemos podido meter en el convenio el acoso sexual".