Esta situación se agrava por el elevado coste de las actividades, prosiguió, que pueden representar hasta el 20% del gasto anual en la crianza. Según cálculos de la organización, una familia de dos adultos y dos hijos que ingrese 1.930 euros mensuales y que tuviese que destinar cerca de 500 euros para el campamento de ambos durante estos meses encontraría muy difícil afrontar tal desembolso.

Si el coste total mensual de la crianza ronda los 670 euros por menor, estas actividades resultan "privativas para millones de familias", destacó Save the Children. Insistió en la importancia del teletrabajo y de las redes de apoyo familiar para que las familias puedan conciliar en los períodos no lectivos. Sin embargo, la prevalencia del teletrabajo es menor entre los hogares más vulnerables, prosiguió, "debido al tipo de ocupaciones que desempeñan".

Muchas de estas familias trabajan en el sector servicios, que entra en auge durante las vacaciones, y agregó que la mayoría de estas no cuentan con una red de apoyo, sobre todo las familias encabezadas por una madre sola. Por eso, Save the Children pone en marcha un año más sus colonias urbanas y campamentos de verano para más de 2.400 niñas, niños y adolescentes en situación de pobreza de entre 3 y 17 años en Sevilla y Cádiz (Andalucía), Illescas (Castilla-La Mancha), Barcelona y Canovelles (Cataluña), Madrid y Leganés (Comunidad de Madrid), Valencia, Alicante, Paterna y Mislata (Comunidad Valenciana), Barakaldo, Bilbao y Vitoria-Gasteiz (Euskadi) y Melilla.

Estos programas socioeducativos se llevan a cabo en julio y se desarrollan tanto en centros propios como en espacios de otras organizaciones o entidades colaboradoras. Suponen una alternativa de ocio saludable con excursiones a la naturaleza, visitas culturales o talleres. Además, los grupos que lo necesitan cuentan con refuerzo educativo, un apoyo extra fundamental para que en septiembre no se queden atrás.