Según esta organización, en el 55,8% de los casos ocurre sólo una vez, pero en otro 44,2% el problema se repite entre una y 25 veces. Además, el 86% de estos abusos son producidos por conocidos y, en su mayoría, por familiares.

En el mundo, uno de cada cuatro niñas y uno de cada nueve niños son agredidos sexualmente antes de alcanzar la mayoría de edad, y cada año dos millones de niños son conducidos por la fuerza al mercado del sexo.

Con motivo de la celebración hoy del Día mundial para la prevención del abuso contra niños, la presidenta de Aspasi, Margarita García, incidió en una rueda de prensa en la importancia de prevenir esta lacra, que puede dejar secuelas físicas (pesadillas, problemas de sueño), conductuales (hiperactividad, autolesiones), emocionales (miedo, agresividad), sociales (retraimiento) y sexuales (malestar ante besos, caricias).

A largo plazo, el problema puede derivar en casos de anorexia, depresión, disfunción sexual, ansiedad, drogadicción e, incluso, suicidio.

Para combatirlo, la coordinadora del programa de Prevención de la Violencia de Save the Children en España, Liliana Orjuela, propuso subir la edad de consentimiento sexual en España (actualmente está en los 13 años) y crear organizaciones específicas para la atención de niños víctimas de abuso sexual.

"Los servicios sociales están saturados y carecen de formación, y lo que hay son iniciativas privadas sin apoyo institucional. Hacen falta más fondos", señaló esta experta. Orjuela también alertó de que "el abusador es, en general, un seductor tanto de menores como de adultos", por lo que "es generalmente la persona de la que menos se sospecha".

JUEGOS Y GUIÑOLES

En esta línea, Aspasi va a poner en marcha en la Comunidad de Madrid una campaña que ofrecerá herramientas a padres y profesores contra esta lacra y enseñará a los pequeños a "autoprotegerse". Bajo el lema "¡Respeta mi cuerpo, es un tesoro!", la iniciativa tratará de llegar en este curso escolar a un centenar de colegios de la región.

A través de cinco sesiones de juegos, cuentos y representaciones con guiñoles, Aspasi enseñará a niños de entre 9 y 11 años a reconocer situaciones "peligrosas", a distinguir las caricias aceptables de las que no lo son, a que se respete su derecho a decir "no" y a potenciar la seguridad en sí mismos y su autoestima.

"Se trata siempre de juegos sencillos y actividades lúdicas, y nunca de crear situaciones alarmantes. Este tipo de iniciativas son las que tenían que formar parte de la asignatura de Educación para la Ciudadanía", añadió la presidenta de Aspasi.

El programa también incluirá dos sesiones de charlas y talleres comunicativos con padres y profesores, para enseñarles a "hablar con los niños del tema", detectar casos de abuso, cómo actuar si hay señales y a quién acudir para pedir ayuda.

El colegio público "Haití" de Madrid ya lo está llevando a cabo. Su jefa de Estudios, María Ángeles Ruiz, animó a padres, madres y profesores de la comunidad a implicarse en la iniciativa. "Educar y prevenir este tipo de problemas son responsabilidades compartidas", concluyó.