A primeras horas de hoy, los investigadores han hallado entre los escombros del edificio restos de un temporizador, lo que hace suponer a las citadas fuentes que se trataba de un artefacto preparado contra la Guardia Civil, que periódicamente visita este cuartel para inspeccionarlo desde que en 1993 fue abandonado.

El fallecido, Eduardo López Moreno, nació en 1956 en Vera de Bidasoa, localidad navarra en la que resdía. Casado y padre de tres hijos, estaba destinado en el puesto fronterizo de Etxalar.

Alrededor de las 4 de la tarde de ayer tuvo lugar la explosión en el interior de la casa cuartel de Endarlaza. El inmueble está situado en el kilómetro 81 de la carretera Nacional 121 (Pamplona- Behobia), a unos tres kilómetros de Vera y cerca del límite con Guipúzcoa.

Por circunstancias que se desconocen, el agente, que había anunciado a su familia que iba a pescar, penetró en el edificio y, poco después, se rodujo la explosión que acabó con su vida.

A últimas horas de ayer, la Delegación del Gobierno en Navarra señaló que Eduardo López Moreno murió al hacerle explosión un artefacto rompedor de cinco kilos de peso que sostenía en sus manos. Las mismas fuentes precisaron que, de acuerdo con las primeras investigaciones, se trata de amerital, material utilizado por ETA.

El fallecido, que fue encontrado en la vieja casa cuartel cuando agentes de la Guardia Civil inspeccionaban el lugar tras el suceso, pesentaba múltiples heridas, entre ellas la amputación de sus dos piernas y de una mano. Cerca de ese punto fue localizado el vehículo del agente, un Ford Escort, matrícula NA-6166-S.