Este caso se ha conocido en el marco de una operación desarrollada por la Policía Nacional en la isla de Tenerife, donde han sido detenidos 12 miembros de una banda dedicada al narcotráfico, los secuestros, la extorsión, los robos con violencia e intimidación y a la distribución de sustancias anabolizantes en gimnasios.

Además, los arrestados introducían la cocaína en España mediante "correos humanos" que realizaban largos viajes desde Brasil con múltiples escalas.

Asimismo, otra de las fórmulas utilizadas para obtener estupefacientes era el robo. Las mujeres que formaban parte de este grupo utilizaban su atractivo físico para seducir a otros traficantes de la zona y conseguir así que éstos las condujeran hasta sus domicilios.

Una vez allí, avisaban a los miembros varones del grupo para que asaltaran las viviendas y obligaran, mediante palizas y amenazas, a los moradores a entregarles las sustancias estupefacientes que ocultaban en el interior de sus casas.

En otras ocasiones directamente empleaban la fuerza física para secuestrar a otros distribuidores de estupefaciente y exigir droga a cambio de su liberación. De hecho, todos los varones que integraban esta banda eran muy corpulentos.

Los agentes también han podido constatar que los arrestados distribuían sustancias anabolizantes en gimnasios de Santa Cruz de Tenerife.