La nueva vía, de 11,5 kilómetros de longitud, es una de las más importantes del proyecto REDSUR, la malla de 81 kilómetros de carreteras que está construyendo el Gobierno regional para vertebrar el sur de la comunidad.

El trazado previsto discurre paralelo a las autovías de Toledo y Extremadura. Una vez entre en funcionamiento en 2007, reducirá la circulación en estas dos arterias nacionales y se convertirá en un nuevo acceso a Madrid desde el sur, por el que se prevé circularán diariamente más de 46.000 vehículos.

Los trabajos, que supondrán una inversión de 235 millones de euros, consistirán en prolongar la actual autovía M-407 desde Loranca, en Fuenlabrada, hasta la M-404, casi en el límite con la provincia de Toledo, entre Serranillos del Valle y Griñón. Así, se creará un gran eje hacia el sur, pasando por Moraleja de Enmedio y Humanes de Madrid.

Esta prolongación de la M-407 será perpendicular a las futuras autovías M-410 y M-404, también enmarcadas dentro de la REDSUR, con las que entroncará.