El régimen militar considera como falta grave "el uso particular de medios de carácter oficial o facilitarlos a un tercero, todo ello cuando no constituya delito", infracción penalizada con arresto de uno a dos meses, pérdida de destino o baja en el centro militar.

La sanción impuesta a Manrique es la pena mínima dentro de las faltas leves después de la represión y se puede equiparar, según el secretario general de la AUME, Mariano Casado, "con las sanciones que se imponen a un agente por llevar mal cortado el pelo, acudir tarde al servicio o estropear el material del cuerpo".

Por todo ello, la Asociación Unificada de Militares Españoles expresó hoy su malestar tras conocer la condena a Manrique, ya que, "evidencia el distinto rasero que aplica la potestad disciplinaria en función de quien sea el presunto autor".

Casado, en declaraciones a Servimedia, aseguró que, "estos incidentes deberían haber puesto en marcha una investigación o al menos una información reservada que permitiera conocer con qué intenciones se emitió el mensaje y si se hizo con ayuda de alguien. Esta vía, aseguró Casado, determinaría qué tipo de infracción se ha cometido: leve, grave, muy grave o delito militar".

"No hay nada que más afecta a la disciplina militar que una resolución injusta como puede ser este caso. La benevolencia que se ha aplicado a este caso es contradictoria se si compara con otras resoluciones", agregó. La AUME pedirá que se reforme de manera urgente el régimen de derechos y libertades del estamento militar.