La base de utilización conjunta hispano-norteamericana se instaló en el municipio madrileño en la década de los sesenta, dentro de los acuerdos alcanzados por el régimen de Francoy Estados Unidos para instalar bases norteamericanas en territorio español

En el año 1990, los gobiernos español y estadounidense firmaron un acuerdo para el abandono escalonado de la base por parte de las Fuerzas Aéreas Norteamericanas (USAF).

El grueso de los efectivos humanos y materiales abandonaron la base en los dos primeros años, tras la firma del acuerdo, y el resto lo han ido haciendo gradualmente. En la actualidad, sólo ocho miembros de la USAF permanecen en las instalaciones. El milita de mayor graduación es un sargento.

La base aérea de Torrejón de Ardoz cuenta actualmente con una plantilla de 3.500 personas y ocupa una extensión de 1.300 hectáreas.