En la cuenca del Guadalquiir, los pantanos estaban el pasado viernes al 6,02 por ciento de su capacidad, y hoy se encuentran al 6,26 por ciento, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, a los que tuvo acceso Servimedia.

En esa cuenca, las reservas subieron ligeramente durante el fin de semana en las provincias de Cádiz, Granada, Huelva, Córdoba y Jaén, y el incremento tuvo una cierta entidad (alrededor de un 1 por ciento) en Ciudad Real y Sevilla.

En la Confederación Hidrográfica del Sur la situaión permanece casi invariable, ya que los embalses están hoy al 11 por ciento de su capacidad. En la Costa del Sol occidental, Málga capital y Campo de Gibraltar el abastecimiento se realiza a través de aguas subterráneas, en la provincia de Granada los pantanos están al 5,3 por ciento de su capacidad total, en la de Almería al 36,4 por ciento y en la de Málaga al 4,6.

Los pantanos de la cuenca del Guadiana continuan por debajo del 9 por ciento de su capacidad total, siendo la situación especialmente reocupante en la zona más oriental de la cuenca, donde los embalses están al 5 por ciento.

Tampoco ha mejorado la situación en el Segura, donde las reservas se encuentran al 8 por ciento, y en el Júcar, donde los pantanos están al 8,79 por ciento. En esta última cuenca la situación es especialmente grave en Castellón, donde las reservas apenas superan el 5 por ciento de la capacidad total de los embalses, mientras que en Alicante están al 23,1 por ciento.

Respecto al Tajo, durante la última seman las reservas aumentaron sólo un 0,32 por ciento, situándose en el 31 por ciento de su capacidad total, y en algunos embalses de Madrid incluso llegaron a disminuir.

En las cuencas del norte la situación tampoco ha variado sustancialmente, puesto que en el Duero el nivel de los embalses permanece por debajo que en la misma época del año anterior y en la del Norte están a un 45,4 por ciento (0,6 por ciento menos que hace una semana).

Pese a todo, el director general de Obras Hidráulicas, Adrián Batanás, declaró hoy que la llegada de las lluvias es una buena noticia, aunque reconoció que deberán prodigarse las precipitaciones sobre las zonas más afectadas por la sequía para normalizar la situación hídrica en el país.

Según Baltanás, aún así en el caso de algunas provincias de la cuenca del Duero, como Salamanca, el problema de abastecimiento ha quedado resuelto para un periodo de tres meses.