La inversión prevista para este proyecto ascenderá a 120 millones de euros, según informó el vicepresidente primero y portavoz del Ejecutivo regional, Ignacio González, en rueda de prensa.

El Consejo de Gobierno, según explicó González, ha autorizado una inversión de 1,35 millones de euros para la consultoría y asistencia de la seguridad en las futuras obras de construcción del intercambiador, paso previo al próximo comienzo de los trabajos.

Este intercambiador forma parte de los seis previstos por la Consejería de Transportes e Infraestructuras, que dirige María Dolores de Cospedal, a través del Consorcio Regional de Transportes, para fomentar la utilización del transporte público.

De esta forma, el intercambiador de Plaza de Castilla se convertirá en uno de los ejes principales de esta planificación, ya que recibirá a la mayor parte de los usuarios procedentes del norte de Madrid, y en concreto de los corredores de la A-1 (autovía de Burgos) y la M-607 (carretera de Colmenar).

Además, facilitará el trasbordo de los viajeros que procedan del norte, con los autobuses de la EMT y la red de Metro de Madrid, reduciendo las distancias y los tiempos de conexión, evitando la interferencia de peatones y vehículos, que actualmente se produce en el intercambiador en superficie.

Asimismo, el nuevo intercambiador conseguirá más espacio en la superficie de la plaza y sus aledaños, donde retirará de la superficie un flujo de más de 2.800 expediciones diarias de vehículos de gran tamaño.

La disposición, además, de plazas de aparcamiento en el interior del intercambiador, mejorará la calidad de vida en toda la zona.

El proyecto del Consorcio Regional de Transportes facilitará los desplazamientos de los cerca de 75.000 usuarios de autobuses interurbanos y los más de 76.000 usuarios de las líneas de EMT, con el metro, que en la actualidad utilizan en Plaza de Castilla más de 200.000 viajeros al día.

En este sentido, cabe destacar que el 60,4 por ciento de los desplazamientos a Plaza de Castilla se realizan por motivos de trabajo. El segundo motivo de traslado es por estudios, que afecta al 21,5 por ciento de los usuarios del intercambiador actual.