UG aboga también por medidas de reactivación financiadas, en parte, mediante un incremento del déficit público, y la aplicación de políticas industriales que refuercen la competitividad de las empresas, potencien su capacidad exportadora y abaraten sus costes de energía, transporte y comunicaciones.

La propuesta ugetista, plasmada en un documento titulado "La situación crítica de la economía española", se completa con un marco laboral basado en la moderación salarial, la reducción de la jornada y una maor atención a la cualificación de la mano de obra.

Zufiaur recalcó que, con los tipos de interés por encima del 10 por cien, no hay posibilidad de inversión industrial, y señaló que no será posible bajar el precio del dinero mientras la peseta siga sobrevalorada.

No obstante, insistió en que UGT no es partidaria de dejar el SME y adujo como prueba de que es posible depreciar sin salirse del mecanismo de cambios el hecho de que el Gobierno español lo haya hecho dos veces.

A su juicio, tanto l devaluación como la bajada de los tipos son medidas imprescindibles para cambiar la orientación de la política económica, para centrarla en la "economía real" y defender la competitividad de la industria.

Zufiaur añadió que ni el déficit público ni los salarios son los culpables de la economía española, sino una política monetarista que ha conducido a una pérdida de competitividad acumulada del 20 por ciento entre 1987 y 1992.

El dirigente ugetista aseguró que los trabajadores no pueden cargar cn la responsabilidad de la crisis, porque los salarios reales "per capita" crecieron, entre 1987 y 1991, sólo un 37 por ciento de lo que lo hizo la productividad.

Asimismo, según el documento hecho público por UGT, la participacion de los asalariados en la renta nacional en el PIB descendió del 77,2 por ciento en 1981 al 66,3 por cien en 1991, con lo que se situó 5 puntos por debajo de la media comunitaria.

CUESTION DE TEOLOGIA

Para UGT, la recomendación del Gobierno para salir de la crisis, baadas en la "paciencia" en espera de la recuperación internacional, "es una tesis un tanto teológica, que parece prometer una suerte de paraiso a cambio de resistir las presentes tentaciones".

Zufiaur aseguró que la salida de la crisis exige un cambio de política en la dirección propuesta por UGT, y sin renunciar a un incremento del déficit público para financiar inversiones en infraestructuras y de medio ambiente.

Agregó que un pacto social exigiría un planteamiento "muy diferente" en la reforma el mercado de trabajo propuesta por el Gobierno antes de la disolución de las Cortes y un "giro copérnicano" en la actitud de la patronal CEOE.,

Expresó su desconfianza ante las propuestas de pacto social lanzadas en los últimos días por Felipe González ya que "el envoltorio suele ser distitno dle contenido", y añadió que resulta difícil responder a esos ofrecimientos cuando todos los pronósticos apuntan a un resultado electoral sin mayorías absolutas.

En todo caso, reiteró la disposición de UGTfavorecer la moderación salarial, que se traducirá este año, según sus previsiones, en un incremento retributivo en torno al 6 por ciento.